Seykukwi, Arhuaco, Estudiante Medicina
El Ade Ramón Gil es una
autoridad espiritual reconocida del pueblo Wiwa de la sierra nevada de santa
Marta, Él en varias ocasiones ha visitado Bogotá y ha guiado con su sabiduría
el ordenamiento del circulo de palabra de vida desde sus orígenes, a pesar de
la distancia, ha fortalecido el grupo de los hijos del pensamiento mayor
constituido por miembros de diferentes comunidades indígenas de Colombia,
dejando trabajos espirituales para llevar una vida ordenada.
El pasado mes de septiembre,
el Ade visitó el espacio del circulo de palabra de vida que se desarrolla en la
laguna del departamento de biología de la Universidad Nacional de Colombia y
haciendo uso de sus conocimientos revisó espiritualmente como se ha llevado el
trabajo que se ha venido realizando durante los cuatro semestres que lleva de
existencia éste círculo de palabra en la ciudad de Bogotá; después de revisar,
prosiguió a compartir la palabra y a expresar desde su conocimiento ancestral,
las necesidades, las deficiencias y los retos del circulo de palabra a partir
de ese momento.
Temas tocados por el mayor:
· La laguna: “ésta laguna es ombligo del
planeta y está conectada con los padres espirituales, hay muchas lagunas que
son ombligos, ojos y oídos” “hay que limpiar la laguna”
· La desobediencia: “la desobediencia de la
gente que profana los sitios sagrados es la que hace que se acerque el fin del
mundo” “los mamos también nos equivocamos, pero nosotros nos limpiamos, si
viene fin del mundo yo estoy feliz, si viene avalancha yo estoy feliz, no tengo
miedo de morirme porque estoy limpio y tengo mi recompensa” “ los que tienen
mucho pecado también tienen su recompensa, por eso tienen que confesar con sus
mayores; mamos, obispo, curas, cada uno sabe que tiene que limpiarse, yo lo
digo pero si no lo hacen nos culpa mía”.
·
La
sexualidad: “así como la tierra tiene sus sitios sagrados, el cuerpo también
tiene sitios sagrados y no hay que profanarlos”
·
El
círculo: “para limpiarse necesita concentrarse mínimo cuatro horas, encerrarse
en un círculo y no dejar que el pensamiento se salga de ahí, buscar los padres
espirituales y entregar eso malo que ha hecho, después no salirse de ese
círculo para no hacer lo malo otra vez.”